El coche de tus sueños al alcance de tus manos

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PRUEBA

Pedir un préstamo urgente para la compra de un coche cuando se acaba la oferta, puede ser una solución inteligente y efectiva en muchas situaciones; incluso desde el punto de vista del vendedor. En este artículo vamos a analizar cuándo resulta interesante recurrir a un crédito para poder comprar el coche de tus sueños.

La financiación como una herramienta para facilitarnos la vida

Por supuesto, lo más cómodo, rápido y barato es comprar un coche a ‘tocateja’. Es decir, en efectivo o por transferencia, de una sola vez y con fondos propios. Sin embargo, se trata de una opción que pocos pueden permitirse, especialmente si se trata de un vehículo nuevo, cuyo importe será lógicamente más elevado.

Por ello, la solución más habitual es la financiación, en cualquiera de sus versiones. Si adquieres el vehículo a través de un concesionario oficial o mediante una empresa de venta de coches de segunda mano, es el propio vendedor quien puede proporcionar financiación, normalmente a través de una tercera compañía financiera. Esto te permitirá ir pagando el coche mes a mes, en un plazo que tú estipules según tus preferencias o necesidades: entre 1 y 6 años, normalmente (12-72 cuotas, respectivamente).

Sin embargo, pedir un préstamo sin aval para la compra de un coche no es exactamente lo mismo que financiarlo. Dos son las diferencias principales. La primera, que quien proporciona el préstamo es una compañía independiente al vendedor, con el que no tiene relación, por lo que ha de ser el comprador quien se encargue de buscar y tramitar dicho préstamo. Y la segunda, que el comprador recibe todo el dinero al mismo tiempo, para posteriormente pagarlo de una sola vez al vendedor.

¿Cuándo pedir un préstamo para la compra de un coche?

Muchas son las situaciones en las que puede ser aconsejable pedir un préstamo para la compra de un coche. Por ejemplo, cuando se trata de una compra de segunda mano a un particular. Aunque la mayoría de los vehículos usados en venta superan ampliamente los 1.000€, hay otros casos en que el importe a desembolsar es inferior: principalmente vehículos antiguos, averiados o siniestrados. En esos casos, pedir un crédito fácil te permitirá reunir el dinero necesario para pagar de una sola vez la cantidad solicitada por el vendedor.

No obstante, un préstamo personal online para la compra de un coche se hace aún más interesante cuando se trata de sufragar los gastos aparejados a la operación. Si se trata de un vehículo nuevo, los gastos que indicamos más abajo no son necesarios, pero en cambio sí lleva asociados un par de desembolsos que no tienen las ventas de coches de segunda mano: el Impuesto de Matriculación y la compra de las placas de matrícula para instalar en el vehículo. El coste del impuesto dependerá del nivel de emisiones del coche y, en el caso de las placas, su precio suele rondar entre 5€ y 50€, según su calidad.

Gastos al comprar un coche de segunda mano

La compraventa de un vehículo de segunda mano conlleva algunos gastos, que se pueden hacer frente con prestamosrojos.com. El primero y fundamental es el Impuesto de Compraventa, o bien el de Transmisiones, en el caso de ser una transmisión entre familiares, por ejemplo. Su importe corresponde a un porcentaje que estipula cada comunidad autónoma en base al valor catastral del vehículo.

Además de este impuesto, hay determinados trámites que se deben realizar en la Dirección General de Tráfico, y que acarrean un coste. Por ejemplo, la solicitud del Informe Registral, previo a la compra, para conocer los datos del coche (quién es el titular, qué cargas económicas tiene, si las hubiera, etc.). También se ha de abonar la tasa por cambio de titularidad, en este caso tras haber realizado la operación. En ambos casos, las tasas pueden variar anualmente, pero suelen rondar los 10€ y los 50€, respectivamente.

Además de ello, otros posibles gastos en la compra de un coche de segunda mano es la realización de revisiones técnicas, cuyo pago se puede negociar entre comprador y vendedor. Por ejemplo, una revisión rutinaria para dar fe de que el vehículo se encuentra en buen estado o bien la superación de la ITV correspondiente.

Si eres el vendedor…

Además de todo ello, desde la óptica del vendedor también puede ser interesante pedir un pequeño préstamo, cuyos gastos recuperará inmediatamente después tras la venta. Esto es interesante, por ejemplo, si el vendedor debe levantar determinadas cargas asociadas al coche: embargos por multas, pago de Impuestos de Circulación atrasados, etc. Además, realizar un ‘lavado de cara’ también puede suponer una inversión interesante, pues el precio de venta de un vehículo en buen estado siempre será más alto que el de uno que no lo está.