DifferEngin es una joven ingeniería vasca que aplica la tecnología IoT, internet de las cosas, a diversos productos para aumentar así su eficacia y dotarles de un valor añadido frente a la competencia. Se trata de un sistema de comunicación inalámbrico capaz de conectar, dotar de inteligencia y dar nuevas prestaciones a los productos y servicios de sus clientes.
La tecnología IoT permite conectarnos con máquinas, componentes, productos que consumimos de forma habitual gracias a la sensórica, que les permite sentir, y las comunicaciones para que puedan transmitir. De esta manera, se están empezando a desarrollar soluciones que hace poco eran impensables. “Un ejemplo es la caldera de casa, gracias a sensores y conectividad, podemos decirle antes de llegar, en remoto, que se encienda y si le añadimos inteligencia, se va habituando a nuestras costumbres”, comenta Ángel García, gerente de la firma.
Sus soluciones tienen la particularidad de durar 40 años, cuatro veces más que lo que hay ahora en el mercado, y que cuentan con comunicaciones a ubicuidad, siempre con conectividad. Desarrollan sistemas de comunicación multiplataforma: wifi, bluetooth, Narrowband, 2G, 3G, 4G…
Sus dispositivos se pueden aplicar en muchos sectores desde construcción, industria hasta objetos de uso doméstico.
Uno de sus clientes, relacionado con balanzas industriales, cuenta con una solución que supone una diferenciación tecnológica muy importante con su competencia. Incorporando sensores a las balanzas, evitan el problema de calibrado primero en fábrica y luego en destino, ya que la gravedad es diferente en cada zona, y a su vez, a través de NFC cuentan con un sistema que permite solucionar incidencias en tiempo real a través del móvil estén donde estén.
Otro ejemplo de aplicación de su tecnología es el ámbito de la construcción, la edificación siguiendo los parámetros BIM, obligatorios en Europa a partir de 2019. Gracias a estos sensores se puede recuperar información del estado de la infraestructura durante la construcción y posterior vida útil de la misma.
Una acería europea cuenta también con una solución de acero inteligente ideada por DifferEngin; incorpora sensores que miden desde el hormigón en un inicio de la construcción para saber cuándo ha fraguado, evitando tiempos muertos y consiguiendo edificios más seguros a su vez.
Actualmente están inmersos en varios proyectos y están desarrollando nuevas soluciones y productos. “Uno de ellos es la propuesta que hemos hecho a una compañía de gas para que las bombonas incorporen sensores que determinen lo que queda para acabarse. Esto permitiría que la compañía tuviera un tracking de las bombonas de butano y el cliente supiese lo que le queda. En definitiva, favorecería la servitización del producto” concluye Ángel.