La resolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social ha reconocido la incapacidad absoluta por enfermedad profesional a una exempleada de la Papelera Uranga que sufre un mesotelioma pleural tras “trabajar en contacto con amianto talco” en dicha empresa entre 1955 y 1963.
Esta decisión supone una “mejora sustancial” de la pensión que percibe esta mujer, de 78 años. De hecho, el reconocimiento de la enfermedad profesional ha permitido a la afectada recibir una pensión de 2.405 euros, mientras que la suma de las pensiones que percibía por viudedad y jubilación no alcanzaba los 1.000 euros.