En cualquiera de los tablao flamencos que se pueden encontrar por todo el territorio español artistas de todas las tallas, desde los principiantes hasta los más experimentados veteranos ponen todo su esfuerzo para que las personas que les visiten disfruten de manera plena el espectáculo que brindan, razón por la cual cuidan minuciosamente de cada uno de los detalles que hay que tener en cuenta a la hora de montar un espectáculo; desde la colocación y distribución de los asientos, pasando por la decoración y ambientación de la sala, pero incluso por encima de todos estos elementos que si bien no pueden ser considerados secundarios palidecen de importancia en comparación a la acústica y el sonido.
Aunque para muchos esto pudiese sonar como una exageración, lo cierto es que todos y cada uno de los elementos que se colocan en la escena son de suma importancia para la calidad del sonido. No solo se deben tomar en cuenta la calidad de los instrumentos generadores de la melodía, sino que también deben entrar en la ecuación factores como la forma de la sala, la distribución del público dentro de la misma, y hasta la cantidad y material de las cortinas puede llegar a ser un factor que modifique la acústica en una sala de conciertos, sin embargo, un factor importantísimo a la hora de presentar un espectáculo, en especial del tradicional flamenco español, es la del piso o tarima sobre los cuales se presentarán los artistas, siendo las tarimas de madera un valor fundamental.
Debemos tomar en cuenta que al momento de presentar un espectáculo flamenco, será justamente ese suelo de madera o tablado el elemento con el que más contacto tendrán los artistas y del cual se van a valer para hacer apreciar su actuación para el público, por lo cual es indispensable medir la calidad acústica del material al momento de ser golpeado, ya que justamente distintos suelos o tarimas de madera, dependiendo de sus materiales, tendrán distintas respuestas o calidades acústicas.
La característica primordial de un buen escenario para el flamenco es la capacidad de no solo superar la prueba del tiempo, si no también la de resistir a través de este los impactos que se van dando sobre el mismo sin que esto modifique la calidad de la acústica del mismo. Por estas mismas razones es que los materiales recomendados para este tipo de suelos son los que están hechos con materiales naturales de roble o pino, debido a que la capacidad de los sintéticos de resistir el paso del tiempo y el desgaste son bastante inferiores.