Finalmente, y pese a que la presidenta Barcina y la vicepresidenta Goicoechea llegaron a insinuar el pasado mes de mayo que no había que realizar un plan de ajuste por el incumplimiento del déficit por parte de Navarra porque había una discrepancia en el déficit, la reunión de este martes en el Palacio de Navarra ha supuesto una nueva claudicación por parte del Gobierno Foral hacia las exigencias del ministerio de Hacienda que dirige Cristóbal Montoro.
El acuerdo no fue escondido aunque con el tema del recurso sobre el IVA de Volkswagen encima de la mesa, este asunto quedó tapado y tiene su importancia porque durante la pasada primavera fue objeto de una polémica en ámbitos políticos sobre la necesidad o no de que Navarra, y pese a su régimen fiscal propio, tuviera que hacer un ejercicio similar a las CCAA incumplidoras de régimen común.
Finalmente, Navarra ha “pasado por el aro” durante la reunión definida como “tensa” por ambas partes, y según asegura textualmente el ministerio de Hacienda “la Comunidad Foral de Navarra ha comunicado la remisión de su Plan Económico Financiero al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, por cerrar el ejercicio 2013 con un déficit del 1,55% del PIB regional, cuando el objetivo fijado era del 1,2%”.
Esto implica dos cosas, primero, que Navarra retira, o al menos aparca su discrepancia sobre el incumplimiento, que se estudiará en una subcomisión creada a petición de Navarra (este aspecto tampoco se había concretado desde el Gobierno Foral). En segundo lugar, que sí habrá plan económico financiero, o plan de ajuste que deberá estudiar el Ministerio de Hacienda y que deberá aprobar como “idóneo” en el seno de la Comisión Coordinadora.