La Policía Municipal de Pamplona detuvo el pasado martes a cuatro personas como presuntas autoras del robo de 700 metros de cables del alumbrado público de la ciudad en los barrios de Ermitagaña e Iturrama. Los detenidos son D.M.G, pamplonés de 18 años, F.G.B, pamplonés de 19 años, y otras dos personas menores de edad de 17 años. Los dos mayores de edad han pasado hoy a disposición judicial y los dos menores han sido puestos en libertad a disposición de sus padres.
A principios de este mes, la Policía Municipal tuvo conocimiento, por parte de la empresa encargada del mantenimiento del alumbrado público, del corte y posterior sustracción de diversos tramos de cableado que se encuentra canalizado bajo tierra. Los detenidos levantaban las arquetas y, en un primer momento durante el día, cuando las farolas no tenían corriente, cortaban los cables correspondientes a tierra, dejándolos en el lugar. Posteriormente, por la noche, y con los cables ya cortados, se acercaban de nuevo y tirando de ellos los sacaban. Siempre cortaban y sustraían el cable correspondiente a tierra, generando con ello un riesgo importante para todas las personas ya que, según información facilitada por la empresa de mantenimiento en un informe, “aunque tras el corte del cable el alumbrado sigue funcionando, este queda sin protección ante cualquier contacto, originándose un grave riesgo”.
Desde Policía Municipal se organizaron diversos dispositivos de vigilancia durante varias jornadas, con policías uniformados y de paisano, tanto de día como de noche. La madrugada del pasado martes se localizó a varias personas en actitud sospechosa, organizadas de tal manera que mientras unos trabajaban en el robo del material, otro vigilaba para alertar de la presencia policial. Después de un seguimiento, las cuatro personas fueron detenidas, incautándoseles dos mochilas con rollos de cable que había sido robado y diverso material.
Daños por valor de 18.000 euros
Según las primeras valoraciones realizadas por la empresa de mantenimiento del alumbrado, el valor económico de los daños causados por el robo de unos 700 metros de cable se eleva a 18.000 euros, además del riesgo originado al quedarse las farolas sin derivación a tierra. Desde que se fueron conociendo los hechos, la empresa de mantenimiento ha procedido a reponer de forma inmediata el cable robado para minimizar los riesgos para la población.
La investigación continúa abierta para tratar de localizar el recorrido del cable robado y convertido a cobre. Se están investigando diversos puntos de venta de este tipo de material, por si fuera posible demostrar alguna vinculación entre lo robado y las personas que posteriormente lo compran.
