El Consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha presentado en el Parlamento Vasco las principales líneas de actuación de su departamento para una legislatura que estará centrada en la reconstrucción económica y social de Euskadi.
Azpiazu ha comenzado su comparecencia dando cuenta de los hitos que han tenido lugar en este mes y medio escaso de trayectoria del Gobierno Vasco:
- Comisión Mixta del Concierto Económico -30 septiembre-.
- Aprobación directrices económicas de los Presupuestos 2021 -6 octubre-.
- Consejo Vasco de Finanzas Públicas -15 octubre-.
- Aprobación en Consejo de Gobierno del Proyecto de Ley de modificación de la Ley de Presupuestos para poder ampliar el endeudamiento del ejecutivo -20 octubre-.
En al ámbito de la política económica y presupuestaria se gestionarán los recursos públicos de forma responsable, sostenible y transparente, más en la coyuntura económica en la que nos encontramos. En lo referente al presupuesto de 2021, Azpiazu ha afirmado que “elaboraremos el presupuesto del año que viene de manera moderadamente expansiva, sin retrocesos en el gasto y con cierta osadía en el planteamiento general”.
Además, ha llamado al endeudamiento, sí, hasta el máximo posible, y a la no austeridad, para cubrir los gastos a los que hacer frente sin restricciones, cuidando una racionalidad en el gasto y sin olvidar que, tras unos años, la senda de estabilidad presupuestaria y consolidación fiscal habrá de retomarse. “Deuda sí, pero con cabeza”, ha concluido.
Además, ha invitado a los grupos parlamentarios a presentar propuestas para el próximo presupuesto, siempre que se encuentren alineadas con las directrices presupuestarias y con el marco económico y competencial del Gobierno Vasco.
Otro de los aspectos reseñables de su comparecencia ha sido el relativo a la política financiera que va a presidir la acción del Departamento. Así, se ha comprometido a utilizar la política financiera a favor del empleo, la recuperación económica, el arraigo empresarial y la innovación y cohesión social, a través de la implementación y ampliación del Fondo Público FINKATUZ para garantizar el arraigo de las grandes empresas vascas y su efecto tractor sobre el tejido económico. Junto a ello, se profundizará en la financiación de las PYMES a través de los fondos de capital-riesgo y se emitirán bonos sostenibles.
Papel fundamental el del Instituto Vasco de Finanzas, ya que se diseñará un proyecto de ley que lo regule de manera definitiva, ya que “ha llegado el momento de sustituir su actual regulación por una normativa autónoma y más acabada que tenga como resultado el surgimiento de una entidad pública de financiación con contornos completos, al servicio de las políticas públicas y de participación empresarial en sinergia con los instrumentos industriales, empresariales y corporativos de esta administración”.
Otra de las funciones recogidas en el decreto de estructura la creación de una Unidad de evaluación de programas y políticas públicas con el fin de analizar los resultados alcanzados, su utilidad e impacto, la calidad de los servicios ofertados, coadyuvar a corregir desviaciones y facilitar economías en la gestión de los recursos públicos, en función de los objetivos propuestos y de los medios utilizados.
Por otro lado, en relación con los fondos europeos de recuperación y resiliencia del programa Next Generation EU, se va a dotar de un soporte dentro de la estructura orgánica del departamento para el diseño, planificación y gestión del programa Euskadi Next.
El ámbito de la política hacendística, tributaria y de recursos institucionales y financieros se trabajará en la actualización del Concierto Económico entre el País Vasco y el Estado, con el fin de consolidar el autogobierno en materia fiscal de las Instituciones Vascas logrando mayores cotas de capacidad normativa y regulatoria en los tributos concertados y la posibilidad de establecer nuevos tributos distintos de los concertados. Así, en el plazo de tres meses desde su publicación hay que concertar el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales y el Impuesto sobre las Transacciones Financieras.
Por lo tanto, se impone la necesidad de acordar un nuevo salto cualitativo en la capacidad de gestión impositiva concertada con la mira puesta también en otra figura tributaria en tramitación: el Impuesto sobre envases de plástico no reutilizables, sin olvidar la adaptación del Concierto Económico al nuevo régimen especial del denominado IVA (M)OSS.
Del mismo modo, toca renovar la regulación de la normativa de las relaciones financieras entre Euskadi y España y para ello se van a promover los trabajos para diseñar y aprobar la nueva ley quinquenal de metodología de señalamiento del Cupo para el período 2022-2026.
Azpiazu ha plasmado su objetivo de trabajar con intensidad de cara a aprobar un texto para una nueva Ley de Aportaciones, así como a proceder a la revisión en el seno del Órgano de Coordinación Tributaria, del sistema tributario vasco, si bien es cierto que ha vuelto a enfatizar que ahora no es el momento.
La comparecencia ha concluido con el inequívoco compromiso para con la lucha contra el fraude fiscal y para con una contratación pública al servicio de la responsabilidad social y del empleo de calidad.
21.10.2020